Lluís Gandía
El gobierno de Guillem Alsina y Anna Fibla no ha convocado ni una sola vez la comisión de investigación sobre la decisión unilateral del gobierno de suprimir un sentido de circulación en la carretera de la costa sur. Es un mandato de pleno que, en lugar de cumplir con celeridad, llevan retrasando mes tras mes sin motivo alguno.
En el pleno de la pasada semana el PP anunció que solicitará acceso al expediente de la zona azul para ofrecer a los vinarocenses la luz y taquígrafos que Alsina y Fibla niegan. Por mucho que diga el Alcalde la transparencia brilla por su ausencia en la gestión de PSPV-PSOE y Totes i tots. Es la Ley quien nos otorga el derecho a acceder a todos los expedientes que solicitemos sin que el Alcalde pueda impedirlo.
La empresa debe más de 250.000 euros al Ayuntamiento y frente a esa deuda que ha crecido trimestre tras trimestre, la pasividad y la inacción de todos los concejales del gobierno municipal es escandalosa y merecedora del reproche político y social.
Mientras decenas de comercios y autónomos, sin ingresos, han pagado puntualmente todos los impuestos y tasas municipales, una empresa que recauda todos los días ha dejado de pagar el canon comprometido sin que el gobierno de Guillem Alsina y Anna Fibla tomara ninguna decisión al respecto. La doble vara de medir es un escándalo y un agravio.
Desde el Partido Popular queremos conocer quien dio la orden de mirar hacia otro lado mientras la deuda crecía y no se actuaba. No es posible que una deuda superior a los 250.000 euros no levante ninguna alerta ni provoque la reacción de un gobernante que sea mínimamente responsable.
Los comerciantes y autónomos que con mucho sacrificio sí que han cumplido con sus obligaciones fiscales merecen una explicación veraz por parte del gobierno municipal. De la misma forma que los vecinos de la costa sur merecen que se les escuche de una vez y se den las explicaciones que se han negado hasta el momento de la decisión unilateral que tanto les está perjudicando en el día a día.
La pandemia ha servido al Alcalde para esconderse todavía más, limitarse a intervenir allá donde sabe que no le harán ninguna pregunta incómoda y dejar pasar los días sin tomar ninguna decisión valiente. En unos días hablaremos del dinero que le sobró al Ayuntamiento de Vinaròs en 2020 y será entonces cuando se valorará lo que se hizo y, sobre todo, lo que no se hizo en el año de la pandemia.